En estos años no había e-mail, blogs y medios electrónicos de publicidad y la directa era por la prensa, radio, TV Española (todavía no había muchos receptores) y por último la más directa, la más expeditiva, las octavillas que imprimiera los comerciantes, como en este caso los coloniales de productos alimentarios Hijo de L. Nalda, con cuatro establecimientos en la ciudad.
La lectura de este escrito no tiene desperdicio y las connotaciones que tiene de la influencia de la Iglesia, que en aquellos tiempos era abrumadora.
No transcribo el texto, ya que haciendo clic sobre el texto este aumenta un poco y es totalmente legible.
No hay comentarios:
Publicar un comentario